Invitados por Javier Emperador, el 19 de Abril de 2009, un grupo de amigos deciden acompañar al anfitrión, vestirse con trajes maragatos, e ir a Castrillo de los Polvazares a pasar el día. Allí, compartimos todos los trajes, tanto de mujer, como parte de los hombres, que eran de su colección.
La jornada empezó a las 9 de la mañana, lo primero que hizo Dely, fue peinar a todas las mujeres, (colocarlas la moña, una a una que lleva lo suyo),
Cuando ya estaban todas peinadas, se las vestía con los mejores trajes, el último toque por supuesto lo tenía que dar Javier E., colocándolas sus mejores collaradas, pendientes de calabaza, arracadas ó polcas. Los hombres empezaron a vestirse y al final fueron revisados por el propietario de los trajes, para que salieran vestidos, lo mejor posible.
La jornada empezó a las 9 de la mañana, lo primero que hizo Dely, fue peinar a todas las mujeres, (colocarlas la moña, una a una que lleva lo suyo),
Cuando ya estaban todas peinadas, se las vestía con los mejores trajes, el último toque por supuesto lo tenía que dar Javier E., colocándolas sus mejores collaradas, pendientes de calabaza, arracadas ó polcas. Los hombres empezaron a vestirse y al final fueron revisados por el propietario de los trajes, para que salieran vestidos, lo mejor posible.
Cuando ya estábamos vestidos, empezamos hacer un recorrido por el pueblo, hombres a la izquierda y mujeres a la derecha, el tamboritero abriendo cabeza en el centro de las dos filas, al ir caminando la gente salía de sus casas un poco extrañada(aunque rápido lo entendían), los turistas se quedaban admirados de la indumentaria de las collaradas, se paraban a vernos y a preguntar, era tal el lucimiento de los trajes, la antiguedad de ellos que se quedaban sorprendidos. Nos hicimos fotos en los lugares más típicos del pueblo y sobre todo bailamos jotas maragatas, corros, entradas, boleras, corridos...
Nos fuimos a comer y por la tarde más recorrido y más baile.
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